COMENTARIO
“LA TRANSFORMACIÓN DE LA INTIMIDAD .
Sexualidad, Amor y Erotismo en las
sociedades modernas” de Anthony
Giddens, nos muestra el papel de los dos sexos referente al “amor”. Y sobre
todo a los tipos de amor. Hablo del amor romántico, del amor pasional y de un amor confluente. ¿Por qué empezar mi
comentario explicando el amor? Porque considero que a partir de este
sentimiento, es que podemos llegar a profundizarnos en el mar de la sexualidad así
como también en el del erotismo y porque no, orientarnos hacia las reglas de
que la sociedad de hoy y ayer han puesto sobre nuestros cuerpos, condicionándonos
a una vida en denominada “buena conducta”.
Es bueno reconocer estos tres tipos de amor,
pues a mi parecer toda persona la ha experimentado en cierto momento. El amor apasionado
se caracteriza por ser liberador, yo lo considero el amor de los amantes pues,
de cierta forma desestreza a sus protagonistas así como también los introduce
en un clímax desafiante donde la adrenalina es el principal factor de su gozo y
constancia. Por otro lado tenemos el amor romántico, que se considera
feminizado, pues vive en cada mujer y es su ideal de amor. No obstante, el
soñar en este amor perfecto también la esclaviza y la ata al dominio del “príncipe
azul” que en sí es su carcelero vestido de características glamurosas solo a la
vista de su víctima. Y tenemos el amor confluente; a mi parecer este amor es el
más apropiado para la sociedad de hoy, aunque lamentablemente él es menos
escogido. Trata de dar y mantener una igualdad entre los dos protagonistas. “Yo
gozo, TU gozas” el placer no solo es para satisfacción del hombre (en la gran mayoría
de casos) sino también para la mujer la cual tiene tantos derechos a gozar y vivir
su sexualidad de forma plena, segura y gloriosa.
Y ahora al entrar al tema de sexualidad, me llamó mucho la atención
el término “sexualidad plástica.” Significa: “sexualidad descentrada, liberada
de las necesidades de reproducción” y esto quiere dar puntos a favor a rol de
la mujer. No solo se debe tener “sexo” para reproducir, sino también puedes
optar para tu satisfacción. Y eso es un paso favorable para liberar a la mujer
de la sumisión a la que ha estado sometida durante décadas pues el sexo se le
consideraba reproducción y con ello la mujer se ataba a los hijos, y con esto
no digo que sea malo, solo que tal vez llegan en un momento no adecuado donde
truncan los sueños y por ende la mujer no podría gozar, tenía que ser la que “aplaca la tentación, guárdate, que no te
hagan gozar antes de tiempo. Darás luz a tus hijos, sangras, te dolerá, pero después
gozaras.”
Por otra parte, el debut sexual está muy relacionado con la reputación
de todo hombre y mujer. Mientras que la mujer tiene que ser virtuosa, inocente
y pura hasta llegar al matrimonio; el hombre puede tener todas las experiencias
sexuales que pueda, pues así demuestra que es un verdadero hombre, y se aleja
poco a poco de la idea de ser catalogado como “homosexual o invertido.”
Ahora, si vemos en la mujer como vivencia su sexualidad, no
podemos dar cuenta que, en la gran mayoría, resguardan su inocencia llamada
virginidad. Ya que ellas buscan una exclusividad sexual, sólo se entregaran al “amor
verdadero” el que sea su “amor por siempre y para siempre” entonces ¿si se une
a un hombre que humilla y transgrede?, ella sumisa, gacha la cabeza a su lado
ha de estar, pues es SU AMOR VERDADERO y no lo puede dejar. El otro lado de la moneda
es la vivencia de la sexualidad por parte del varón. Los hombres son
sexualmente voraces. El mujeriego de hoy no es alguien que cultiva placer
sensual, sino un buscador de emociones en un mundo abierto, lleno de
oportunidades sexuales. “Esclaviza a las mujeres, en lugar de tratarlas como
seres humanos, capaces de dar y aceptar amor.” Anthony
Giddens
El hombre posee muchos más privilegios a comparación
de la mujer, en todos los aspectos; pero hoy centrémonos en la sexualidad. El hombre
tiene más libertad sexual. En él los hábitos de ver pornografía así como también
masturbarse es parte de su identidad, en cambio la mujer debe aplacar su sed evocándose
a lo religioso, sintiendo mea culpa por sus impulsos y deseos eróticos ¿Que
gran diferencia no?
Podríamos hablar y escribir sobre estas
desigualdades y privilegios mucho más pero aquí hay un punto que cabe recalcar.
Una vez que esta unión: hombre – mujer, ya sea bajo los efectos de un amor
pasional o romántico, se ha ejecutado y se han unido bajo las clausuras del
contrato social (matrimonio) llegan los hijos y… ¿están preparados para
afrontar esta responsabilidad o simplemente crearan una cadena de dolor para
aquellos indefensos que no tienen culpa alguna de haber venido a este mundo? Son
los denominados padres tóxicos; los cuales ejercen violencia y orientan, tal
vez, sus frustraciones sobre unos cuerpos pequeños que no pueden defenderse y
no saben cómo revelarse ante esta autoridad agresiva en todos los aspectos: física,
emocional y sexual. Pues los incestos cada vez son más frecuentes pero en el día
de hoy su aumento solo genera asombro y aberración, más no medidas necesarias
para combatirlo (aunque esta sea una utopía), y en los mejores de los casos lograr
contrarrestar el número de víctimas.
El amor confluente no tiene una relación específica con la
heterosexualidad, mientras que el amor romántico se ha orientado
específicamente hacia la pareja heterosexual. Y esto arraiga también el tema de
exclusividad sexual que ya he mencionado anteriormente. En las parejas
homosexuales, considero que existe algo relativo al poliamor, pues pueden tener
otras experiencias sexual aparte de su pareja oficial. “ellos solo buscan
placer.” Un ejemplo claro tenemos las antiguas casas de baño donde se expresa
una igualdad que está ausente de la mayoría de las relaciones heterosexuales.
La satisfacción sexual es el único determinante.
Ya sea en pareja homosexual o heterosexual, hacer las
diferencias entre estos dos tipos de parejas no es el tema destacable de hoy. Lo
importante aquí es que cada uno se desarrolle plenamente ya sea en el amor,
sexualidad y erotismo. No fijemos la meta en conseguir al amor de nuestras
vidas, la vida es tan corta que se nos escapa de las manos y con ello debemos evitar
que se nos escape de las manos buscar nuestra libertad, gozar sin tener que
pensar que somos utilizadas (en este caso las mujeres) como instrumento de preservación
de la especie, o el tonto pensamiento de hacer preceder un apellido y con ello
evocar a la responsabilidad de muchos, que no se conviertan en padres tóxicos y
no presidan la cadena de dolor sobre los más indefensos dentro del hogar.
La sexualidad es una gama amplia que debe ser tomada con
responsabilidad y también respeto hacia el otro. Y termino así mi comentario con el pensamiento de Foucault: “El
desarrollo de la sexualidad como poder ha hecho del sexo un misterio, pero
también, el sexo se ha hecho algo deseable, que debemos asumir para establecer
nuestra individualidad.”
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