lunes, 16 de junio de 2014

Comentario: La Trasformación de la intimidad


COMENTARIO

“LA TRANSFORMACIÓN DE LA INTIMIDAD. Sexualidad, Amor y Erotismo en las sociedades modernas” de Anthony Giddens, nos muestra el papel de los dos sexos referente al “amor”. Y sobre todo a los tipos de amor. Hablo del amor romántico, del amor pasional  y de un amor confluente. ¿Por qué empezar mi comentario explicando el amor? Porque considero que a partir de este sentimiento, es que podemos llegar a profundizarnos en el mar de la sexualidad así como también en el del erotismo y porque no, orientarnos hacia las reglas de que la sociedad de hoy y ayer han puesto sobre nuestros cuerpos, condicionándonos a una vida en denominada “buena conducta”.

Es bueno reconocer estos tres tipos de amor, pues a mi parecer toda persona la ha experimentado en cierto momento. El amor apasionado se caracteriza por ser liberador, yo lo considero el amor de los amantes pues, de cierta forma desestreza a sus protagonistas así como también los introduce en un clímax desafiante donde la adrenalina es el principal factor de su gozo y constancia. Por otro lado tenemos el amor romántico, que se considera feminizado, pues vive en cada mujer y es su ideal de amor. No obstante, el soñar en este amor perfecto también la esclaviza y la ata al dominio del “príncipe azul” que en sí es su carcelero vestido de características glamurosas solo a la vista de su víctima. Y tenemos el amor confluente; a mi parecer este amor es el más apropiado para la sociedad de hoy, aunque lamentablemente él es menos escogido. Trata de dar y mantener una igualdad entre los dos protagonistas. “Yo gozo, TU gozas” el placer no solo es para satisfacción del hombre (en la gran mayoría de casos) sino también para la mujer la cual tiene tantos derechos a gozar y vivir su sexualidad de forma plena, segura y gloriosa.

Y ahora al entrar al tema de sexualidad, me llamó mucho la atención el término “sexualidad plástica.” Significa: “sexualidad descentrada, liberada de las necesidades de reproducción” y esto quiere dar puntos a favor a rol de la mujer. No solo se debe tener “sexo” para reproducir, sino también puedes optar para tu satisfacción. Y eso es un paso favorable para liberar a la mujer de la sumisión a la que ha estado sometida durante décadas pues el sexo se le consideraba reproducción y con ello la mujer se ataba a los hijos, y con esto no digo que sea malo, solo que tal vez llegan en un momento no adecuado donde truncan los sueños y por ende la mujer no podría gozar, tenía que ser la que “aplaca la tentación, guárdate, que no te hagan gozar antes de tiempo.  Darás luz  a tus hijos, sangras, te dolerá, pero después gozaras.”

Por otra parte, el debut sexual está muy relacionado con la reputación de todo hombre y mujer. Mientras que la mujer tiene que ser virtuosa, inocente y pura hasta llegar al matrimonio; el hombre puede tener todas las experiencias sexuales que pueda, pues así demuestra que es un verdadero hombre, y se aleja poco a poco de la idea de ser catalogado como “homosexual o invertido.”

Ahora, si vemos en la mujer como vivencia su sexualidad, no podemos dar cuenta que, en la gran mayoría, resguardan su inocencia llamada virginidad. Ya que ellas buscan una exclusividad sexual, sólo se entregaran al “amor verdadero” el que sea su “amor por siempre y para siempre” entonces ¿si se une a un hombre que humilla y transgrede?, ella sumisa, gacha la cabeza a su lado ha de estar, pues es SU AMOR VERDADERO y no lo puede dejar. El otro lado de la moneda es la vivencia de la sexualidad por parte del varón. Los hombres son sexualmente voraces. El mujeriego de hoy no es alguien que cultiva placer sensual, sino un buscador de emociones en un mundo abierto, lleno de oportunidades sexuales. “Esclaviza a las mujeres, en lugar de tratarlas como seres humanos, capaces de dar y aceptar amor.” Anthony Giddens

El hombre posee muchos más privilegios a comparación de la mujer, en todos los aspectos; pero hoy centrémonos en la sexualidad. El hombre tiene más libertad sexual. En él los hábitos de ver pornografía así como también masturbarse es parte de su identidad, en cambio la mujer debe aplacar su sed evocándose a lo religioso, sintiendo mea culpa por sus impulsos y deseos eróticos ¿Que gran diferencia no?

Podríamos hablar y escribir sobre estas desigualdades y privilegios mucho más pero aquí hay un punto que cabe recalcar. Una vez que esta unión: hombre – mujer, ya sea bajo los efectos de un amor pasional o romántico, se ha ejecutado y se han unido bajo las clausuras del contrato social (matrimonio) llegan los hijos y… ¿están preparados para afrontar esta responsabilidad o simplemente crearan una cadena de dolor para aquellos indefensos que no tienen culpa alguna de haber venido a este mundo? Son los denominados padres tóxicos; los cuales ejercen violencia y orientan, tal vez, sus frustraciones sobre unos cuerpos pequeños que no pueden defenderse y no saben cómo revelarse ante esta autoridad agresiva en todos los aspectos: física, emocional y sexual. Pues los incestos cada vez son más frecuentes pero en el día de hoy su aumento solo genera asombro y aberración, más no medidas necesarias para combatirlo (aunque esta sea una utopía), y en los mejores de los casos lograr contrarrestar el número de víctimas.

El amor confluente no tiene una relación específica con la heterosexualidad, mientras que el amor romántico se ha orientado específicamente hacia la pareja heterosexual. Y esto arraiga también el tema de exclusividad sexual que ya he mencionado anteriormente. En las parejas homosexuales, considero que existe algo relativo al poliamor, pues pueden tener otras experiencias sexual aparte de su pareja oficial. “ellos solo buscan placer.” Un ejemplo claro tenemos las antiguas casas de baño donde se expresa una igualdad que está ausente de la mayoría de las relaciones heterosexuales. La satisfacción sexual es el único determinante.

Ya sea en pareja homosexual o heterosexual, hacer las diferencias entre estos dos tipos de parejas no es el tema destacable de hoy. Lo importante aquí es que cada uno se desarrolle plenamente ya sea en el amor, sexualidad y erotismo. No fijemos la meta en conseguir al amor de nuestras vidas, la vida es tan corta que se nos escapa de las manos y con ello debemos evitar que se nos escape de las manos buscar nuestra libertad, gozar sin tener que pensar que somos utilizadas (en este caso las mujeres) como instrumento de preservación de la especie, o el tonto pensamiento de hacer preceder un apellido y con ello evocar a la responsabilidad de muchos, que no se conviertan en padres tóxicos y no presidan la cadena de dolor sobre los más indefensos dentro del hogar.

La sexualidad es una gama amplia que debe ser tomada con responsabilidad y también respeto hacia el otro.  Y termino así  mi comentario con el pensamiento de Foucault: “El desarrollo de la sexualidad como poder ha hecho del sexo un misterio, pero también, el sexo se ha hecho algo deseable, que debemos asumir para establecer nuestra individualidad.”



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