COMENTARIO
Lo
que duele no es ser homosexual, sino que lo echen en cara como si fuera una
peste.
- Chavela Vargas -
A partir de esta frase quiero empezar con mi opinión
acerca de “Mi vida en rosa”, una película que nos muestra la realidad de miles
de niños que desde muy pequeños tienen que afrontar las especulaciones, los
repudios y la señalización de la sociedad, la cual es una banda de prejuiciosos
que creen saber lo que está bien y lo que está mal. Empezamos con las
terminaciones básicas: ¿quién es niño y quien es niña? Muchos te dirán, por
cultura general, que niño es aquel que posee pene y niña es aquella que posee
vagina. Y a esto se le denomina “El binarismo sexual; que es la creencia y práctica de
construir “dos sexos” de los cuerpos humanos.”(Diversidad
sexual). O sea que las lesbianas y homosexuales no pertenecen a este rango
porque se comportan y piensan como el sexo opuesto al que son. Es decir no son
“normales” o también son considerados “queer”. Es aquí preciso destacar que “Lo
raro tampoco significa peor, significa único, poco frecuente.” (Conceptos
claves sobre homosexualidad y Lesbianismo. Platero, R. Y Fernández, C.)
Ahora
partiendo del ejemplo de Ludovic, nos damos cuenta que “Vivimos
en un entorno condicionado por una cultura determinada, donde existen valores
dominantes” (Conceptos claves sobre homosexualidad y Lesbianismo. Platero, R. Y
Fernández, C.) Donde, si la persona sale de este diseño, la sociedad en su
conjunto realizara una serie de acciones como humillaciones y maltratos, para
tratar de reivindicarla de su “error”. Pues todo aquel que no es heterosexual
no pertenece a nuestra comunidad.
Al igual que
Ludovic también hay otros papeles principales en esta película, como por
ejemplo los roles que desempeñan sus compañeros de escuela quienes “actúan
como “policías de género”, vigilando, enseñando y penalizando gestos de masculinidad que no corresponden a un verdadero hombre”. (HACERSE
HOMBRE: algunas reflexiones desde las masculinidades. Vásquez, E.) Un ejemplo claro, fue lo que sucedió en los
baños. Golpearon a Ludovic creyendo que con eso lo iban hacer cambiar de opinión
acerca de sus gustos sexuales. Sus insultos usuales a él eran de: afeminado, el
delicadito; y con ello corroboramos que la vida en sociedad no es fácil, más
aun si osamos enfrentar las normas establecidas, el diseño ejecutado y más aún
las “leyes naturales” que están demarcadas desde que antes que nazcamos y que
ahora más que nunca laten en el corazón de la “santa sociedad”.
“Cuando una persona se está
cuestionando si es Homosexual, Lesbiana o Heterosexual, existe un malestar, un
conflicto que hace que sufra, ya que existe una presión social, sentimientos
negativos, etc. para que sea heterosexual y se comporte como tal.” (Conceptos
claves sobre homosexualidad y Lesbianismo. Platero, R. Y Fernández, C.) Y este
fue el caso de nuestro querido Ludovic. Quien presionado por todas las criticas
justifico su opción sexual con la genética, mejor dicho, en su inocencia, le
echo la culpa. Pues desde su raciocinio su “X” se perdió y para recompensar esa
pérdida se le dio una “Y”.
Nuestro amigo Ludo también tuvo
su primer amor, y hasta podríamos decir que fue correspondido, pero no
expresado. Jerome! Un chico callado, sumiso, y temeroso. No retó los parámetros
de la sociedad solo exclamo “No quiero ir al infierno”. Y es ahí donde ingresa
a la acción “la Madre Iglesia”. La cual tiene un poder tan hegemónico, tan
absoluto que hace temer aquellos que lanzan blasfemias sobre lo establecido.
Entre Ludovic y la realidad hay un enlace,
el matrimonio gay, el cual- es cierto- no está manifestado en el video, es
digno de mencionar en este comentario. La unión entre Hombre y Hombre no puede ser, es una
abominación; y aun así “El matrimonio entre Hombre y Mujer tiene siempre algo de impuro y de
irreligioso” (LA SEXUALIDAD Y EL VÍNCULO AMOROSO). Es decir, la sexualidad sea con quien sea, será mal
vista y será significado de pecado. No sé cuál sea el designio de Dios, no me
pienso involucrar en eso temas pues no viene al tema de hoy y echarse un
conflicto con la Iglesia es de temer y tendría mucho que perder.
Para terminar con esta breve opinión
solo llamo a la reflexión. De nada sirve aterrorizarnos a la idea de poseer un
familiar Homosexual, y con ello recuerdo la pregunta que le hice a un amigo sobre
qué haría si llegara a tener un hijo gay: “lo hago hombre” respondió. Como si
el Hacerse hombre fuese tan sencillo. Eso es una prueba más de lo retrogradas
que aun somos, de lo inculta que es nuestra cultura a raíz de temas sobre
sexualidad. Lamentable es la vida de esclavitud a la que sujetamos a miles de
personas que son “distintos” a nosotros, nosotros que somos “la raza distinta”,
“la raza heterosexual que todo lo puede y que todo lo obtiene”. Y donde quedan
los homosexuales, ellos que son tan ciudadanos como nosotros.
El día que salgamos a la calle y
veamos a una pareja gay besándose o acariciándose y no mostremos gestos de
repugnancia, desprecio o discriminación, ese día señores daremos un gran paso
como civilización.

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