lunes, 21 de abril de 2014

Comentario


COMENTARIO


Soy católica y provengo de una familia ligada a la Iglesia, y al leer este libro es que me pongo a pensar. ¿Cuándo fue que todo cambio? He estudiado en un colegio de monjas donde me decían que el matrimonio es la plenitud de toda mujer, es el vivir en armonía con tu pareja y con Dios, el cual bendice esa unión y su posterior descendencia. Y ahora ¿A dónde fue todo eso?
Antiguamente, la Iglesia satanizaba no solo lo que tenía que ver con actos coitales, sino también a la mujer, que acaso ¿no es la creación de Dios? Somos vistas como demonios disfrazados y si no es así como simples objetos que en algunas etapas tienen un valor inferior incluso a la basura. No digo que todos estos conceptos se empleen en la realidad, porque las sociedades han evolucionado a lo largo de todo este tiempo desde la época medieval. (Porque supongo que estos pensamientos ya no existen, o por lo menos no son expuestos en todas las comunidades.)
Antes, solo conocía el termino homofobia, y ahora sé, lamentablemente, que también existe la SEXOFOBIA y que es muy común entre nosotros. Y a veces me pongo a pensar que es más temida que la homosexualidad. Antes me parecía raro que alguien le tema a todos estos actos que llenan de plenitud al ser, pero desacertadamente me doy con la realidad que existen miles de personas (y no dudo que la mayoría sean mujeres) que lo TEMEN.

Y por último, como no hablar del amor* el que es encontrado por muchos, anhelados por otros y mantenido por millones. Si me pongo a preguntar sobre su significado, terminaría en la conclusión que es un simple sentimiento que permite la unión de dos personas, haciendo alabanza a la búsqueda del complemento ideal. Pues ERROR no es simplemente un sentimiento el amor es la compleja dinámica integrada por la inteligencia, los afectos, las sensibilidades, el deseo sexual, la capacidad de reciprocidad, la sublimación, la creatividad, inherente a cada individuo y finalmente la voluntad. El amor es mucho más complejo de lo que parece. No satanicemos la idea de amar, del rose corporal ni mucho menos nos neguemos la libertad y la vivencia de nuestra propia sexualidad. Por otro lado, y muy importante mencionar, quitemos de nuestra mente, vocabulario e ideal, la búsqueda del complemento perfecto, la media naranja, cada uno es UNA NARANJA COMPLETA, SALVAJE Y CON BASTANTE PEPA.

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