domingo, 6 de abril de 2014

Diversidad sexual - Resumen




DIVERSIDAD SEXUAL 

(y amorosa)

I “Diversidad sexual”: Tres usos comunes.

1) Su uso como eufemismo. Como podemos apreciar el término “diversidad sexual” se está utilizando como eufemismo, como una palabra menos “altisonante” para decir “gay”, “lesbiana”, “bisexual”, “transgénero” o de plano “puto”, “joto”, “marimacha”, “bicicleta”, “vestida” o “loca”. Como estos términos son considerados por muchos como “vulgares” y por lo tanto, no son “adecuados” para un discurso público - político, entonces se recurre al menos altisonante “diversidad sexual”.
2) Su uso como término “sombrilla”. El término “diversidad sexual” así usado puede servir para “travestir” y “adecentar” (o subordinar u ocultar) precisamente a quienes resultan más “inquietantes” para la “moral pública”: los y las llamados transgéneros y transexuales, al punto de no reconocerse a sí mismos.
3) Su uso para referirse a la “otredad” de la heterosexualidad. El término
“diversidad sexual” tal y como está siendo usado, para agrupar a personas y grupos con identidades no heterosexuales, es un absoluto equívoco tanto lingüístico como ideológico. Este equívoco lingüístico refleja una posición ideológica heterosexista, patriarcal.

II Los discursos dominantes del campo sexual: su visión integrista

ASPECTOS PRINCIPALES DE LA EXISTENCIA SEXUAL

§      El binarismo sexual; es la creencia y práctica 
    de construir “dos sexos” de los cuerpos humanos. Esta creencia y práctica, se encuentra ligada a ideologías centrales del patriarcado: su visión reproductivista de la sexualidad y su heterosexismo.

“Intersexualidad”: personas que nacen con características sexuales cromosómicas, gonadales, genitales u hormonales que no coinciden con las categorías sexuales binarias de macho y hembra humanos. Tenemos:

·         El llamado “síndrome de Turner” consiste en que el “par” cromosómico 23, el relacionado directamente con el sexo, no es un par sino una X. En este caso la persona tiene un desarrollo gonadal diferente, tienen genitales externos de hembra, pero no existe un desarrollo de ovarios.
·         El síndrome de Klinefelter por su parte se caracteriza por tener en lugar del par cromosómico, un trío cromosómico: XXY. Sus genitales externos son de macho, pero generalmente diferentes al ideal y se dice “atrofiados”.
·         Hiperplasia suprarrenal: La/el recién nacido/a tiene genitales internos de hembra y órganos genitales externos de macho, consiste en personas que siendo embriones cromosómicamente hembras experimentaron una “sobreproducción de hormonas machos”.
·         El “testículo feminizante”, en el ámbito cromosómico se trata de un individuo XY, macho, pero con órganos genitales externos de hembra, no obstante no tiene ovarios, y posee menos hormomas macho.
·         “Deficiencia del esteroide 5-alfa reductasa”, variante sexual que consiste en nacer con un par XY pero con genitales externos ambiguos, con un escroto que parece labios mayores y la ausencia de pene o presencia de un pene que parece clítoris y con testículos que no descienden. Algunos considerados hombres y otras mujeres.

El binarismo sexual es una construcción cultural.
Una estudiosa del tema, señala que al menos existen 5 sexos en la especie humana: hembra, macho, el “hermafrodita verdadero” (quien posee un testículo y un ovario), el “pseudohermafrodita macho” (que tienen testículos y algunos aspectos de la genitalidad de las hembras, pero no ovarios) y las “pseudohermafroditas hembras” (quienes tienen ovarios y algunos aspectos de los genitales machos, pero no tienen testículos)

§      Binarismo de género; noción de que de los cuerpos machos y los cuerpos hembras se derivan “naturalmente” disposiciones diferenciadas de sentir, percibir, pensar y actuar. Son justificadas por las ideologías sexistas al considerarlas “expresiones” de esa supuesta “naturaleza” corporal distinta (hormonal, cerebral, genital, gonadal).
Se da a creer en la noción de que las personas con genitales machos están destinados por la “naturaleza” y al mismo tiempo “deben” (la paradoja) volverse “masculinos”, esto es “hacerse hombres”, mientras las personas con genitales hembras están “destinadas” y “deben” volverse “femeninas”, esto es, “mujeres”.
 
·         Androcentrismo: Jerarquiza a las personas, los objetos y los seres del mundo según sus connotaciones de género, y de colocar como superior a “lo masculino”
·         Misoginia: (es el reverso del androcentrismo) es el desprecio a lo considerado culturalmente femenino y a las mujeres. Pero también a los hombres que no cumplen el ideal social de masculinidad.

§      Binarismo erótico y el heterosexismo

·         La heterosexualidad; o “los diferentes son los que  han sido definidos como “opuestos” y “complementarios”, cuyo fin es la reproducción de la especie y la reproducción social de un modelo de pareja y familia donde el macho masculino- heterosexual vuelto “padre-esposo” tiene preeminencia de autoridad y privilegios.
·         La heterosexualidad y erotismo;  involucra la marginación y desprecio de experiencias eróticas, incluso entre varón masculino y mujer femenina: sexo anal, fellatio, cunilingus, fetichismo, etc. Todo un mundo de posibilidades de experiencias y relaciones eróticas y amorosas es condenado, prohibido, desvalorado, patologizado, burlado, reprimido, censurado e incluso, criminalizado.
·         El heterosexismo y el amor: el amor como un fenómeno de complementariedad sexual, de género y erótico contribuyen a cimentar el heterosexismo y el androcentrismo y obstaculizan el avance de la legitimación de las relaciones amorosas entre personas del mismo sexo.

·         La invisibilización del amor, a partir del reconocimiento de  la intersexualidad, podemos encontrar  las siguientes variantes de pareja:
1.    Personas del mismo sexo y del mismo género
2.    Personas del mismo sexo y de género diferente
3.    Personas de sexos diferentes y del mismo género
4.    Personas de sexos y géneros diferentes


    ·         Homofobia y heterosexismo: el binarismo erótico.
El binarismo “heterosexual-homosexual”: todos, aunque sea en nuestros sueños (o pesadillas según sea el caso), lapsus, chistes, aficiones e idolatrías (a modelos, deportistas, políticos, etc.), expresamos la compleja realidad de nuestro deseo, pero sobretodo revelamos que al menos potencialmente somos más diversos eróticamente de lo que pretendemos al adscribirnos a determinada identidad erótica. La “heterosexualidad” y la “homosexualidad” son más bien extremos de un continuo erótico entre las personas y dentro de las personas.

III El concepto de diversidad sexual: sus implicaciones transgresivas

Las diversas formas de existencia sexual involucran varios reconocimientos:
1)    Más allá de la dicotomía macho y hembra, existe una diversidad de sexos, existen los diferentes tipos de intersexualidad. Estas diversas existencias sexuales son expresiones de una naturaleza sexual humana y cualquier intento de jerarquizarlas, privilegiando algunas y deslegitimando otras, es arbitrario.
2)    Las identidades de género son construcciones sociales que limitan las potencialidades humanas, así mismo generan inequidades. El integrismo de género y el androcentrismo son formas arbitrarias de limitar la existencia de las personas y de jerarquizarlas.
3)    El binarismo erótico heterosexual-homosexual forma parte de un dispositivo heterosexista que jerarquiza los erotismos, colocando en la cúspide a la práctica y a la identidad heterosexual, así mismo, es una hechura cultura que pretende negar no sólo la legitimidad de las diferentes orientaciones sexo-afectivas, sino también la diversidad erótica en cada individuo.
4)    La sexualización de “los otros no-heterosexuales” y la negación del fenómeno amoroso más allá de la pareja heterosexual, actúan como dispositivos homofóbicos de poder para encumbrar la heterosexualidad y el modelo de familia patriarcal.



En este escenario, el concepto de diversidad sexual puede jugar un importante papel desestabilizador del sistema sexista, si se le otorgan cuatro significados básicos:
1)    La idea de que las personas tienen existencias sexuales, de género y eróticas diversas.
2)    La idea de que en una sociedad democrática estas realidades sexuales, de género y eróticas diversas no debe ser ocasión de jerarquías y distinciones sociales de poder y privilegio.
3)    La idea de que la diversidad no es sólo algo que existe entre las personas, sino que nos habita, existe dentro de cada persona como realidad o potencialidad humana
4)    La idea de que la diversidad no sólo es “sexual” en el sentido tradicional y limitado de la palabra, sino también amorosa.


IV Ética y diversidad sexual.

El concepto “diversidad sexual” es un concepto político que cuestiona el orden sexual y de género dominante y condensa la aspiración de una sociedad que no discrimine y que garantice el reconocimiento y la equidad para las diferentes variantes de la existencia sexual, de género y eróticas.

El concepto de diversidad sexual y amorosa prioriza tres dimensiones de la existencia sexual: el sexo, el género y el erotismo, porque estos son los elementos centrales sobre los que se monta el sistema sexista.

·         Problemas éticos que afronta la diversidad sexual

Lo  que concierne a la sexualidad de los y las menores de edad y sus vínculos eróticos con mayores de edad; el reconocimiento de la sexualidad de los menores, incluyendo aquí a los bebés y la definición misma de “menor”, la edad en la cual socialmente se define que las personas adquirimos la capacidad de decidir con relación a nuestro cuerpo, a nuestra sexualidad y a muchos otros aspectos de la vida.  

Las prácticas que involucran algún nivel de erotización de la violencia y el dolor. Es necesario discutir el reconocimiento de la sexualidad en todas las etapas de la vida humana, educar en sexualidad para el placer con responsabilidad y autonomía, legislar para proteger y garantizar la no-violencia en la sexualidad, pero también, para que quienes ya están ejerciendo activamente su sexualidad, vivan su sexualidad con recursos informativos.

V La “Diversidad sexual y amorosa” y las otras diversidades sociales.


·        
Las “lecturas de lotería”: 1) los personajes que emergen de esta “lectura de lotería” son reducidos a un aspecto de su vida a partir del cual se lee la totalidad de su vida, 2) se construye un personaje social a quien se le atribuye una subjetividad homogénea estable y coherente estructurada a partir del elemento de distinción. Esto es, cosificar al sujeto, simplificarlo y fijarlo en el campo social a partir de un eje de distinción y poder.


     ·         La “lectura banal”: consiste en banalizar la sexualidad y particularmente la orientación sexual y la intersexualidad. Esta banalización se expresa como silencio o como actitud de rechazo evidente. 

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