EL PENSAMIENTO
HETEROSEXUAL y otros ensayos
v LA CATEGORÍA DE SEXO
Masculino /
Femenino son categorías que sirven para disimular el hecho de que las
diferencias sociales implican siempre un orden económico, político e
ideológico.
No hay ningún
sexo. Solo hay un sexo que es oprimido y otro que oprime. Es la opresión la que
crea el sexo. Lo contrario vendría a decir que es el sexo lo que crea la
opresión.
Las mujeres no
saben que están totalmente dominadas por los hombres, y cuando lo admiten,
“casi no pueden creerlo” y como último recurso ante la realidad desnuda y
cruda, rechazan “creer” que los hombres las dominan conscientemente. Por su
parte, los hombres saben perfectamente que dominan a las mujeres; y han sido
educados para ello.
El pensamiento
dominante afirma que existe un “ya ahí”. Este es el pensamiento de los que
gobiernan a las mujeres. La dominación nos enseña:
· Hay “sexos” que son “naturalmente”, “biológicamente”,
“hormonalmente” o “genéticamente” diferentes y que esta diferencia tiene
consecuencias sociológicas (el enfoque científico)
· Hay una “división natural del trabajo en la
familia” que en su origen no es otra cosa
que la división del trabajo en el acto
sexual (el enfoque marxista)
La categoría
de sexo establece como “natural” la sociedad heterosexual.
Esta categoría es el
producto de la sociedad heterosexual que impone a las mujeres la obligación
absoluta de reproducir “la especie”, reproducir la sociedad heterosexual. (Este
argumento es para hacer creer a la mujer que antes de que hubiera sociedad y en
todas las sociedades sometidas a la reproducción.)
La categoría
de sexo, permite a los hombres apropiarse de la reproducción y la producción de
las mujeres. Como ejemplo tenemos el contrato de matrimonio.
Estén en donde
estén, hagan lo que hagan; ellas son vistas como sexualmente disponibles para
los hombres. Las mujeres son muy visibles como seres sexuales, pero como seres
sociales son totalmente invisibles. Sin duda la categoría de sexo apresa
firmemente a las mujeres.
v NO SE NACE MUJER
Simone de
Beauvoir: “no se nace mujer, se llega a serlo. No hay ningún destino biológico,
psicológico o económico que determine el papel que las mujeres representan en
la sociedad: es la civilización como un todo la que produce esa criatura entre
macho y eunuco, que se califica como femenina. ”
El matriarcado
no es menos heterosexual que el patriarcado: solo cambia el sexo del opresor.
Esta concepción no solo sigue asumiendo las categorías del sexo (hombre y
mujer), sino que mantienen la idea de que la dar a luz define a la mujer.
Negarse a ser
mujer, no significa tener que ser un hombre. Para una mujer, querer ser hombre
significa que ha escapado a su programación inicial; implica tener una
apariencia de externa de hombre y una
conciencia de hombre.
Una lesbiana
debe ser cualquier otra cosa, una no mujer, un no hombre, un producto de la
sociedad y no de la “naturaleza”, porque no hay naturaleza en la sociedad.
Rechazar convertirse en heterosexual, ha significado siempre negarse a
convertirse en una mujer o un hombre. Para una lesbiana esto va más lejos que
el mero rechazo del papel de “mujer”. Es el rechazo del poder económico,
ideológico y político de un hombre. El lesbianismo ofrece; la única forma
social en la cual podemos vivir libremente.
Nos levantamos
para luchar por una sociedad sin sexos, ahora nos encontramos presas en la
trampa familiar de que “ser mujer es
maravilloso”, lo cual consiste en seleccionar aquellas características del mito
que parecen agradables y utilizarlas para definir a las mujeres. Lo que supone
no cuestionar radicalmente las categorías de “hombre” y “mujer”. Nuestra lucha más
importante y emergente es combatir nuestra propia pasividad.
Las primeras
feministas aun creían que la causa de su opresión se encontraba en ellas. Ahora
se puede decir que nuestra lucha intenta desaparecer a los hombres como clase,
no con un genocidio, sino como una lucha política. Cuando la clase de los
“hombres” haya desaparecido, las mujeres como clase desaparecerán también,
porque no habrá esclavos sin amos. Nuestra primera tarea es distinguir
cuidadosamente entre las “mujeres” y “la mujer”, el mito. Porque la “mujer” no
existe para nosotras: es solo una formación imaginaria, mientras que las
“mujeres” son e producto de una relación social. Nuestra
supervivencia solo puede lograrse por medio de la destrucción de la
heterosexualidad como un sistema social basado en la opresión de las mujeres
por los hombres.
v EL PENSAMIENTO HETEROSEXUAL
La
heterosexualidad, es la relación obligatoria social entre “el hombre” y “la
mujer”. Tiene como función poetizar el carácter obligatorio del “tú serás
heterosexual o no serás nada”.asi el lesbianismo, la homosexualidad y las
sociedades que podemos crear no pueden ser pensadas o enunciadas, aunque
siempre hayan existido.
v A PROPÓSITO DEL CONTRATO SOCIAL
El primer
contrato social permanente definitivo es el lenguaje. Porque el primer acuerdo
entre los seres humanos, lo que hace de ellos seres humanos y seres sociales es
el lenguaje.
El “contrato social” es una noción de filosofía
política, la idea abstracta de que hay un pacto, un convenio, un acuerdo entre
los individuos y el orden social. (mucho antes que el “contrato social”
apareciera, los filósofos ya habían fijado su atención en la composición de la
sociedad.)
Según
Rousseau, el contrato social es la suma de una serie de convenciones
fundamentales que “aunque nunca han sido enunciadas formalmente, están sin
embargo implícitas en el hecho de vivir en sociedad.” Es la existencia real y
presente del contrato social: sea cual sea su origen, existe aquí y ahora y,
como tal, es susceptible de ser comprendido y de que actuemos sobre él.
El contrato
social se basara en nuestra acción y en nuestras palabras. El cuerpo del
contrato social, consiste en vivir en heterosexualidad. ¿Qué es entonces la
heterosexualidad? Como palabra, no existía antes de que se hablara de homosexualidad a comienzos del siglo XX.
Es concebida como institución de la que no se habla, hay un presupuesto, un
“estar ya ahí” de dos grupos: hombres (seres sociales) y mujeres (seres
naturales). Las mujeres según Levi Strauss son objetos de valor que hacen la
vida digna de ser vivida. Las mujeres solo pueden entrar en el contrato social(es
decir uno nuevo) escapando de la clase, incluso si tienen que hacerlo como
esclavas fugitivas, una por una. Ya lo estamos haciendo. Las lesbianas somos
desertoras, esclavas fugitivas.
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