HACERSE HOMBRE: algunas reflexiones desde las masculinidades
Empecemos
con conceptos claves. El GÉNERO se constituye en una realidad objetiva y
subjetiva en la vida de los sujetos. Es elaborada y reelaborada continuamente
en base a experiencias y significados que provienen del lenguaje, la cultura y
las relaciones sociales de las que forman parte. Se resalta la supremacía del
varón y de la negación y represión de mujeres, hombres gay y de algunos hombres
sobre otros hombres.
La
MASCULINIDAD es una colección de normas y significados que cambian
constantemente en el contexto de relaciones inter-género (hombres y mujeres) e
intra-género (entre géneros). El ser hombre varía entre las culturas y
sociedades, pero también dentro de un mismo grupo humano.
1. El camino a hacerse hombre
La
constitución de la identidad de género adquiere estabilidad a través de la
actuación y el repudio (Butler).Mediante la actuación, los sujetos actualizan
los modelos culturales de ser varón y mujer y dan realidad a las identidades de
género. El repudio nos remite a la fijación del género en cada sujeto a través
de todo aquello que no se debe ser o hacer.
Otro aspecto importante es la socialización en patrones de intimidad. Diversos autores reportan el comando social instaurado en diferentes contextos culturales para que los varones no expresen emociones de miedo o duda, ni ciertas formas de intimidad con otros varones que podrían poner en duda su heterosexualidad.
Otro aspecto importante es la socialización en patrones de intimidad. Diversos autores reportan el comando social instaurado en diferentes contextos culturales para que los varones no expresen emociones de miedo o duda, ni ciertas formas de intimidad con otros varones que podrían poner en duda su heterosexualidad.
La
MASCULINIDAD HEGEMONICA, es una representación ideal de ser hombre. Esta
versión crea la imagen de un “verdadero hombre”, el cual demuestra fuerza
física e intensa actividad sexual. Este proceso implica cuatro dimensiones:
a) Hegemonía; forma de masculinidad que
se acepta como el comportamiento socialmente valorado por sobre las otras.
b) Subordinación; las masculinidades
heterosexuales oprimen y convierten en ilegitimas y repudiadas las
masculinidades homosexuales.
c) Complicidad; al no poder cumplir los
varones con los imperativos del modelo hegemónico, se establecen “alianzas”
entre ellos sostener la subordinación de la mujer.
d) Marginación; clase social o raza para
producir la exclusión de grupos como minorías raciales.
En
el contexto latino americano, los varones aprenden que ser hombre consiste en
demostrar su masculinidad a través de dos identidades repudiadas: no ser mujer
ni ser homosexual.
2. La casa y la calle en los procesos de
hacerse hombre
En
este espacio de socialización familiar el niño empieza su proceso de “hacerse
hombre”. En este escenario aprenderá que tendrá que resolver la primera
contradicción de ser hombre: que ser hombre es algo “natural”, pero que al
mismo tiempo tiene que obtenerse en torno a pruebas e ideales de actuación.
Desde el hogar hasta la vida pública, los
hombres aprenden mensajes que se instauran a través de actitudes, silencios y
frases subliminales que inculcan los socializadores al interior del hogar.
El
ingreso a la escuela representa la presencia de dos agentes: el profesorado;
que es la continuación del estilo familiar (silencios y omisiones). El tema
“sexualidad” solo ingresa como fisiología del cuerpo o la prevención de
enfermedades. La escuela trasmite valores que refuerzan las fronteras de lo
permitido o prohibido. L@s compañer@s de clase; se da la interacción y creación
de un grupo de amigos, con los que se comparte el proceso de construir su
masculinidad y sexualidad lejos de los socializadores mayores.
3. El grupo de pares y los rituales de la
masculinidad
El
grupo de pares está conformado por un grupo de amigos del mismo rango etáreo y
posibilita el inicio de relaciones más democráticas que las existentes entre
padres e hijos.
Los
gestos rituales circulan entre los amigos y sirven para clasificar y asegurar
la heterosexualidad de los varones.
Los
miembros de grupo actúan “policías de género”, vigilando, enseñando y
penalizando gestos de masculinidad que no corresponden a un verdadero hombre.
Otra función importante es la cohesión y la constitución de identidad
masculina.
La
heterosexualidad es central en la producción de masculinidad, pues a través de
relaciones heterosexuales los hombres ganan respeto y status; y con ello
adolescentes y jóvenes aprenden a pensar y actuar como heterosexuales. La sexualidad
heterosexual se instaura en el grupo en torno al fantasma normativa de la
homosexualidad; esta categoría repudiada y temida sirve para asegurar que
jóvenes heterosexuales sigan el libreto esperado.
El
alardeo sexual es central en la constitución de la identidad de género de
varones latinoamericano. El imperativo de demostrar una sexualidad heterosexual
presupone la actuación de dos mecanismos básicos: confirmación de la
heterosexualidad; a través del dominio de todo lo relacionado a la sexualidad, tanto
la propia como la sexualidad de las mujeres; y el debut sexual; el cual es el
certificado que asegura la heterosexualidad del varón en el grupo.
*Los varones valoran más la adquisión de valores morales;pautas de como se espera sea un “hombre de bien” y fortaleza emocional; que se instaura en el grupo como la eliminación de manifestaciones de “debilidad” y de las muestras de seguridad ante peleas o situaciones
*Los varones valoran más la adquisión de valores morales;pautas de como se espera sea un “hombre de bien” y fortaleza emocional; que se instaura en el grupo como la eliminación de manifestaciones de “debilidad” y de las muestras de seguridad ante peleas o situaciones
de riesgo.
4. Discursos emergentes sobre masculinidad
Los
medios de comunicación producen y reproducen modelos de masculinidad que puede
reforzar los discursos hegemónicos y cuestionar estos ideales de actuación
ofreciendo modelos y mensajes alternativos de masculinidad.
5. A modo de conclusiones
· La
casa como el espacio público funcionan como escenarios interconectados en un continuum de relaciones.
·
La
masculinidad hegemónica tiene el poder simbólico de ser el modelo socialmente
valorado, pues actúa como el referente frente al cual los jóvenes y adultos
miden su masculinidad.
·
El
alardeo sexual, gestos de violencia y la homofobia son centrales en este largo
proceso de hacerse hombre. Cinco mecanismos principales en el proceso de
hacerse hombre:
1.
El
rechazo del mundo femenino y actitudes consideradas femeninas.
2. El
rechazo de la homosexualidad pasiva y un manejo adecuado de la homofobia y el
homoerotismo
3.
El
desempeño sexual y alardeo sobre estas performances
4.
La
toma de riesgos y los gestos de violencia
5.
La
incorporación de valores morales
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