miércoles, 22 de mayo de 2013



MICROMACHISMOS:
LA VIOLENCIA INVISIBLE EN LA PAREJA


·        PODER Y GÉNERO

En las relaciones de mujeres y varones no se juegan sólo diferencias sino sobre todo desigualdades
El poder es algo que se ejerce, que se visualiza en las interacciones; "poder" tiene dos acepciones popularmente utilizadas:
Ø  El poder personal de existir, decidir y autoafirmarse. Es el poder autoafirmativo. Este poder requiere para su ejercicio una legitimidad social que lo autorice.
Ø  La capacidad y la posibilidad de control y dominio sobre la vida o los hechos de los otros, básicamente para lograr obediencia. Es el poder de dominio. Es el de quien ejerce la autoridad.
La desigual distribución del ejercicio del poder de dominio conduce a la asimetría relacional. La posición de género (femenino o masculino) es uno de los ejes cruciales por donde discurren estas desigualdades de poder, y la familia/pareja, uno de los ámbitos en que se manifiesta.
Los varones ejercen poder de control y dominio sobre ellas quienes quedan en lugar subordinado. La ecuación "protección a cambio de obediencia", clave del contrato de pareja tradicional refleja un importante aspecto de esta situación y demuestra la concepción del dominio masculino en la pareja.

Este poder de dominio masculino, arraigado como idea y como práctica en nuestra cultura se mantiene y se perpetúa, entre otras razones por:

·        La división sexual del trabajo, que aún adjudica a la mujer el espacio doméstico
·        su inscripción axiomática en las mentes de mujeres y varones.
·        La falta de recursos de las mujeres y la deslegitimación social de su derecho a ejercer el poder autoafirmativo.

Suele decirse que también todas las mujeres en su modo de ser tradicional también ejercen poder, sobre todo los llamados "poderes ocultos": el poder de los afectos y el cuidado erótico y maternal? Pero, ¿son éstos reales poderes de dominio? No, simplemente pseudopoderes: esfuerzos de influencia sobre el poder masculino
Este tipo de pseudopoder es característico de los grupos subordinados, centrados en 'manejar" a sus superiores. Como en ellos, la mayoría de las mujeres se hacen expertas en leer las necesidades y en satisfacer los requerimientos del varón, logrando ser valorada por su eficiencia y exigiendo algunas ventajas a cambio. Sus necesidades y reclamos no pueden expresarse directamente, y por ello se hacen por vías 'ocultas", básicamente las quejas y reproches
Las situaciones de poder y desigualdad suelen ser invisibilizadas en las relaciones de pareja.


 LOS MICROMACHISMOS

Los micromachismos son prácticas de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana ("micro lo casi imperceptible, lo que está en los límites de la evidencia) ("machismo" connotación negativa de los comportamientos de inferiorización hacia la mujer).
Los micromachismos comprenden un amplio abanico de maniobras interpersonales; en la pareja se manifiestan como formas de presión de baja intensidad más o menos sutil.
Los micromachismos son microabusos y microviolencias que procuran que el varón mantenga su propia posición de género creando una red que atrapa a la mujer, atentando contra su autonomía personal.
Su objetivo es anular a la mujer como sujeto, forzándola a una mayor disponibilidad e imponiéndole una identidad "al servicio del varón".
Mantener bajo dominio a la mujer permite también mantener controlados diversos sentimientos que la mujer provoca, tales como temor, envidia, agresión o dependencia. Dos mecanismos psicológicos favorecen el sostenimiento de estas prácticas:
Ø  la objetificación (la creencia de que solo algunos varones tienen status de persona y que  las mujeres como "menos" persona, se les niega el reconocimiento y justifica el propio accionar abusivo
Ø   la identificación proyectiva (invadiendo el espacio mental ajeno)
Los micromachismos pueden no parecer muy dañinos, incluso pueden resultar normales o intrascendentes en las interacciones, pero su poder, devastador a veces, se ejerce por la reiteración a través del tiempo.
Su ejecución brinda "ventajas", algunas a corto y otras a largo plazo para los varones, pero ejercen efectos dañinos en las mujeres, las relaciones familiares y ellos mismos, en tanto quedan atrapados en modos de relación que convierten a la mujer en adversaria.
Los micromachismos son innumerables, a veces son considerados comportamientos normales y se realizan en categorías. Dichas categorías son:

MICROMACHISMOS COERCITIVOS

En estos micromachismos, el varón usa la fuerza (para intentar doblegar a la mujer, limitar su libertad y expoliar el pensamiento, el tiempo o el espacio, y restringir su capacidad de decisión), algunas de los micromachismos y sus características:
§      Intimidación
Este es un micromachismos que está en el límite entre la violencia psicológica y los micromachismos propiamente dichos. Maniobra atemorizante que se ejerce cuando el varón ya tiene fama de abusivo o agresivo. Da indicios de que si no se le obedece, 'algo" podrá pasar.

§      Control del dinero
Basado en la creencia que el dinero es patrimonio masculino.

§      No participación en lo doméstico
Basada en la creencia que lo doméstico es femenino y lo público masculino Es una práctica de sobrecarga por omisión, que el varón justifica apelando a su rol de "proveedor" al que no se puede agobiar más de lo que soporta en su trabajo.

§      Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí
Este grupo de micromachismos se apoyan en la idea de que el espacio y el tiempo son posesión masculina, y que por tanto la mujer tiene poco derecho a ellos. Por tanto su apoderamiento es natural y no se piensa en la negociación de espacios y ni de tareas comunes que llevan tiempo. Y en cuanto al tiempo: el varón crea tiempo de descanso o diversión a costa de la sobrecarga laboral de la mujer, evita donar tiempo para otros, o define como "impostergables" cierta actividades que en realidad no lo son.

§      Insistencia abusiva
"ganar por cansancio", este micromachismos consiste en obtener lo que se quiere por insistencia inagotable, la mujer al final acepta lo impuesto a cambio de un poco de paz.

§      Imposición de intimidad
Consiste en una acción unidireccional de acercamiento cuando el varón desea, típico ejemplo de esto es la seducción forzada cuando él quiere sexo.


§      Apelación a la "superioridad" de la "lógica" varonil
En este grupo se recurre a la "razón" (varonil) para imponer ideas, conductas o elecciones desfavorables a la mujer. Utilizada por varones que suponen que tienen la 'única" razón obligan a que ella tenga muy en claro su propia posición si no quiere someterse. Provoca intenso agobio.

§      Toma o abandono repentinos del mando de la situación
Estas son maniobras sorpresivas de decidir sin consultar las decisiones de la mujer.

 MICROMACHISMOS ENCUBIERTOS
Estos micromachismos son los que atentan de modo más eficaz contra la simetría relacional y la autonomía femenina, en ellos, el varón oculta (y a veces se oculta) su objetivo de dominio y forzamiento de disponibilidad de la mujer. En algunas de estas maniobras su ejercicio es tan sutil que pasan especialmente desapercibidas, razón por la que son muy efectivas. Utilizan, el afecto y la inducción de actitudes para disminuir el pensamiento y la acción eficaz de la mujer, llevándola a hacer lo que no quiere y conduciéndola en la dirección elegida por el varón. Por no ser evidentes, no se perciben en el momento, pero se sienten sus efectos coaccionantes, por lo que conducen habitualmente a una reacción retardada (y "exagerada" dicen los varones) por parte de la mujer. De ellos he podido detectar hasta ahora los siguientes grupos.

§      Abuso de la capacidad femenina de cuidado
Este es el grupo de micromachismos probablemente más avalado y silenciado por la cultura. Por ellos el varón utiliza y explota la capacidad de las mujeres de cuidado hacia otras personas. Las obligan a un sobreesfuezo físico y emocional que les resta autonomía vital. Algunas mujeres, conocedoras de este grupo de micromachismos lo llaman "vampirismo", es decir un comportamiento de extracción y vaciamiento de energía vital que el varón aprovecha para sí. Entre estos micromachismos tenemos:
·        Maternalización de la mujer. La inducción a que la mujer sea como una madre tradicionall, manipularla para que sea el "complemento" del varón.
·        Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las personas. Se impone aquí de diversos modos que la mujer crea que es la encargada de cuidar la vitalidad de la pareja, el desarrollo de la cría y de los vínculos con la familia. Limitan la autonomía de la mujer.
·        Requerimientos abusivos solapados: son pedidos "mudos", que apelan a activar automáticamente los aspectos "cuidadores" del rol femenino tradicional y hacer que la mujer cumpla ese pedido sin percatarse que lo está haciendo por coacción.

§      Creación de falta de intimidad
Suele decirse que los varones tienen dificultades para la intimidad. Los micromachismos de este grupo, que son maniobras activas de alejamiento, que impiden la conexión y evitan el riesgo de perder poder y quedar a merced de la mujer, más experta habitualmente en el manejo de las relaciones de cercanía.
Predomina el deseo masculino de ocuparse sobre todo de sí mismo, y quedan coartados los deseos femeninos de relación. Estas maniobras transmiten el mensaje que para el varón lo importante es él, y el vínculo y la conexión son secundarios. Aquí podemos considerar diferentes grupos:
·        Silencio. La renuencia a hablar o hablar de sí es una actitud habitual en los varones. Recientemente se vuelve problemática al ponerse en entredicho la autoridad masculina y las mujeres exigir conexión. Permanecer en silencio no es sólo no poder hablar, sino no sentirse obligado a hablar ni a dar explicaciones, se tiene así una autoridad silenciosa

·   Aislamiento y puesta de límites. Estos micromachismos imponen las reglas de vinculación. El aislamiento puede ser físico. Si esta falla, la puesta de límites a veces con enojo ante cualquier pedido de información o de conexión puede ser útil. Si esto también falla, el enunciado de frases defensivas, tiene un eficaz efecto paralizante de la "invasión" femenina.
·  Avaricia de reconocimiento y disponibilidad. Estas son maniobras múltiples de retaceo de reconocimiento hacia la mujer como persona y de sus necesidades  y derechos. Se retacea también el apoyo y el cuidado. Conducen al hambre de afecto.
·        Inclusión invasiva de terceros. Con esta maniobra se hace dejar de existir los espacios de intimidad.

§      Seudointimidad
En este grupo de micromachismos el varón dialoga, pero manipulando el diálogo, de modo de favorecer el control y el ocultamiento.
·   Comunicación defensiva-ofensiva. Se habla para imponer y convencer. Para imponer las propias razones, y no apertura negociación.
·  Engaños y mentiras. El varón oculta u omite información para desfigurar la realidad y seguir aprovechando ventajas que si fuera sincero perdería.

§      Desautorización
Basadas en la creencia que el varón tiene el monopolio de la razón. Presuponen el derecho a menospreciar. Conducen a inferiorizar a la mujer a través de un sinnúmero de desvalorizaciones.
·        Descalificaciones. Suponen el derecho a valorar negativamente las actitudes de la mujer.
·        Negación de lo positivo. No se reconoce a la mujer sus cualidades ni los aportes positivos.
·        Colusión con terceros. Aquí, el varón intenta establecer alianzas con las personas con los que la mujer tiene vínculos afectivos, con el objetivo de desautorizarla y dejarla sola y a su merced.
·        Terrorismo misógino. comentarios descalificadores repentinos y sorpresivos, tipo 'bomba", realizados en el ámbito público, que dejan indefensa a la mujer.

                                                             §      Paternalismo
Se enmascara la posesividad y a veces el autoritarismo del varón. Se detecta sobre todo cuando ella se opone al aniñamiento, y él no puede tolerar que ella sea autónoma y no controlarla.

§      Manipulación emocional
Grupo de micromachismos donde el varón utiliza el afecto como instrumento para lograr el control de la relación. Se emiten mensajes que se aprovechan de la confianza y la afectividad de la mujer para promover en ella inseguridad y dependencia.
·        Culpabilización-Inocentización. Presenta dos caras. Por una, se hace sentir a la mujer en falta de los modos más variados. Por la otra , el varón nunca se siente responsable de nada, es inocente en cuanto a la producción de disfunciones en lo cotidiano
·        Dobles mensajes afectivos: el varón emite mensajes de afecto con un fin manipulativo oculto y que dejan a la mujer sin posibilidad de reacción: si los acepta, es manipulada, si no los acepta es culpabilizada. Tenemos aquí a la seducción manipulativa (la elección forzosa).
·        Enfurruñamiento: Acusación culposa frente a acciones que no le gustan al varón, pero a las cuales no se puede oponer con argumentos racionales.

§      Autoindulgencia y autojustificación
Procuran bloquear la respuesta de la mujer ante acciones e inacciones del varón que la desfavorecen puesto que al no hacerlas él, la obligan a hacerlas a ella.
·        Hacerse el tonto. El varón elude responsabilizarse por sus actitudes injustas.
·        Impericias y olvidos selectivos. Esta maniobra consiste en evitar responsabilidades (e imponérselas a la mujer) a partir de declararse inexperto para determinadas tareas (ocultando su nula predisposición para el aprendizaje). Los olvidos selectivos, aquellos que no son producto de la desmemoria.
·        Comparaciones ventajosas. El varón intenta acallar los reclamos de la mujer apelando a que hay varones peores que él.
·        Seudoimplicación doméstica. El varón actúa sólo como "ayudante" de la mujer, sobrecargándola y asumiendo además las tareas menos engorrosas.

MICROMACHISMOS DE CRISIS
Estos micromachismos suelen utilizarse en momentos de desequilibrio en el estable disbalance de poder en las relaciones. El varón, al sentirse perjudicado, puede utilizar específicamente estas maniobras o utilizar las descriptas anteriormente, aumentando su cantidad o su intensidad con el fin de restablecer el statu quo.

§      Hipercontrol
Este micromachismos consiste en aumentar el control sobre las actividades, frente al temor que el aumento real o relativo de poder de ella pueda dejarlo a él en un segundo lugar e inferiorizado.

§      Seudoapoyo
Apoyos que se enuncian sin ir acompañados de acciones cooperativas.

§      Resistencia pasiva y distanciamiento
Este micromachismos consiste en utilizar diversas formas de oposición pasiva y abandono: distanciamiento, amenazas de abandono o abandono real (refugiándose en el trabajo o en otra mujer "más comprensiva"), etc.

§      Rehuir la crítica y la negociación
Con este micromachismos se intenta acallar los reclamos de la mujer respecto a las actitudes dominantes del varón y evitar el cambio sosteniendo que él no lo deseó. Se acompañan generalmente de culpabilización hacia el cambio femenino.

§      Promesas y hacer méritos
Maniobras en las que frente a reclamos de la mujer el varón realiza modificaciones puntuales que implican ceder posiciones provisoriamente por conveniencia. Estos cambios suelen dejar de realizarse cuando la mujer deja de enfadarse y acepta darle "otra oportunidad´´.

§      Victimismo
Por este micromachismos el varón se declara víctima inocente de los cambios y "locuras" de la mujer, con culpabilización acompañante para intentar doblegarla.

§      Dar lástima
Cuando el varón realiza este micromachismos procura que se apenen de él para lograr que la mujer ceda. El varón exhibe su invalidez para el autocuidado.


EFECTOS DE LOS MICROMACHISMOS
La efectividad de todas estas maniobras, junto a la falta de autoafirmación de la mujer, forman una explosiva mezcla con enormes efectos negativos para:

§      En las mujeres los micromachismos suelen provocar:
·      Un agotamiento de sus reservas emocionales y de la energía para sí.
·      Un deterioro de su autoestima, con aumento de la desmoralización, aumento de la inseguridad y disminución de la capacidad de pensar; disminución de su poder personal y parálisis del desarrollo personal.
·      Irritabilidad crónica y un hartazgo de la relación.

§  En los varones los efectos de su ejecución de los micromachismos suelen ser:
·      Un aumento o conservación de su posición superior y de dominio; una afirmación de su identidad masculina
·      Un aislamiento receloso creciente, ya que el dominio no asegura el afecto femenino, sólo obediencia, y sólo puede generar aumento del control o aumento de la desconfianza.

§      Finalmente, los micromachismos producen en el vínculo:
·      El encarrilamiento de la relación en dirección a los intereses del varón, favorecido esto por el mandato cultural hacia las mujeres de que acepten al varón como es.
·      Etiquetamiento de la mujer como "la culpable" del deterioro del vínculo, cuando ella desea un cambio y él se niega a moverse hacia la igualdad. Ella, por mandato de género tiende a autoculparse y él, queda como inocente.
·      Guerra fría, transformación de la pareja en adversarios convivientes, y empobrecimiento de la relación, creándose el terreno favorable para otras violencias y abusos.

Sería un error deducir de todo lo que hemos descrito es un juicio descalificador y una atribución de "maldad" hacia todos los varones. Lo que sí muestran estas líneas con claridad es una crítica a un modelo masculino tradicional que se basa en creer que el varón es superior y que provoca daño a las mujeres.

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